Ciertamente, nuestra profesión se presta a las más variopintas anécdotas de todo tipo. Esta vez me apetece hablar de alguna divertida.
Qué alegría y qué aventura más grande suponía para mí y un compañero de promoción y del equipo de coreografías de esgrima de la mini serie “Arnau” de tv3, cuando allá…. por el 93, nos fuimos al Castillo de Loarre a grabar unas de las secuencias de acción de la citada serie!. -¡Al ataquerrrr!!!!”-.
Fuimos alojados en un hotelazo del centro de Huesca un domingo por la tarde, y el plan era pasar la noche, grabar al día siguiente esas magníficas secuencias de lucha de espadas, con golpes y caídas incluidas,…… y al acabar, volver a nuestra ciudad natal Sabadell. No, sin antes de irnos a casa a dormir, pasar por nuestra parroquia a hacer la última y explicar nuestra aventura a modo de relato épico, con todo tipo de onomatopeyas y exageraciones varias.
Pues bien, finalmente nos quedamos de lunes a viernes!. Las secuencias de esgrima se iban posponiendo por mal tiempo y otras razones varias. Qué emoción!. Pero el caso es que a nosotros nos parecía una maravilla deambular por el set de rodaje, las caravanas de maquillaje y vestuario, charlar con los técnicos, degustar los sabrosos menus del cátering, retozar por la campiña, oler a chusco de caballo, resguardarnos del frio y la lluvia en las carpas del cafecito…..mmmm, qué rico!, y después de la grabación: partidillo de futbol en la hierba!, y todo el día espada en cinto, vestidos con cota de malla y casco!!!!…… QUÉ VIDA MÁS MEDIEVAL, COÑO!
Pero el caso es que como no íbamos preparados para tantos jornadas de intenso trabajo fuera de casa, y nos pasábamos el día entero rodando (por las laderas del valle, haciendo la siesta, quiero decir), no podíamos, ni teníamos tiempo, ni estábamos por necedades como comprarnos ropa interior….. (dícese de calzoncillos, camisetas, calcetines….. cosas sin importancia y nada medievales, vaya!)….. Así que tirábamos de la pastilla de jabón del hotel y del secador para hacer la “colada cutre” en la bañera del 3 estrellas antes de cenar.
La habitación 217 parecía un mercadillo dominguero con la ropa interior de las dos mofetas macho, colgando de las barras de las cortinas, sillas, manetas de las puertas, etc. Si nuestro comportamiento fuera un pecado capital más concreto el asesino de la película “Seven” habría ido por nosotros y nos habría metido los calzoncillos por…… y la pastilla de jabón por….
Pero bueno, nosotros a lo nuestro. Después de las “tareas del hogar” a pasarlo bien, hombre!, que de eso se trataba!!!!…. Teníamos 22 años… lalala….lalala…lalala!….
Lo que sucede es que ahora, con 20 años más, puede que llevásemos más ropa y nos ahorrásemos coladas y mercadillos, e incluso puede que tuviéramos neceser!, pero volveríamos a hacer lo mismo: pasarlo en grande jugando a ser medievales toda una semana!
Hay cosas que no cambian!
Y por último, quiero agradecer a las señoras de la limpieza del hotel por ser tan buenas y comprensivas con nosotros y nuestro aspecto, porque si no hubieran repuesto a diario la cestita de higiene personal del lavabo, más que medievales hubiéramos parecido neandertales!
Bueno, a todo esto, cuando el viernes grabamos las secuencias de espadas y acción salieron de coña, no nos hizo falta ni maquillaje!:
-“Gritos……….AAAAHHHHHHHH!!!!!………. amago de estocada y brizé interior a la cabeza…… “-
-“parada en quinta a la cabeza y mirada amenazadora…… repuesta a la cara del adversario con un coroné exterior, otro interior……”-
-“parada en tercera…… developeman….. (espada a tomar por culo)…. patada al pecho y….. potorrom, potorrom! (escaleras abajo)…. Tirabuzón, vuelta, y de morros al suelo!!!!!!
………………………….BUENA!………………………………………