Del montaje de «Aijafadrim», dirigido por Ángel Alonso, y representado el la Villarroel guardo muuuuuchos recuerdos….. a parte de pasármelo en grande, como es natural, creo haber hecho el gag accidental menos elegante de mi vida!
Con el personaje de Drag Queen iba yo muy divina, subido a unas plataformas negras de veinti-algo centímetros de altura, una gorra de policía de charol negra, un abanico a lo Locomía, negro, y un body de vinilo ajustado a mi cuerpo serrano, también de color negro, jeje…. bien, ese body a fuerza de coreografías y coreografías, se fue dando por la parte de la entrepierna…. y yo notaba que durante la coreografía, justo en un momento en el que me espatarraba, y bajaba en plié, y me abanicaba las partes íntimas….. la gente cada día reía más. «És gracioso pero no tanto», pensaba yo. Hasta que un día vi a unas chicas en las primeras filas que señalaron justo ahí, donde me abanicaba. Como ese gesto lo repetía tres veces, en el segundo plié, noté un cierto fresquito extra en el «abanicado» genital. Y en el tercer plié, y viendo que la gente se desternillaba, miré yo tambien…….. al parecer mi personaje de Drag ponía tres huevos por función!!!!!….. Diós mio! y sin depilar!!!! ARRRGGG!
Fue sin querer, pero tenía su gracia erótica-festiva-zarrapastrosa. Pero quisiera o no quisiera el gag se quedó hasta que acabaron las funciones porque no podía cambiar el body, y porque no sé cómo se lo montaba siempre mi «güevín» izquierdo para escapar del suspensorio de danza que llevaba!… FREEDOM!!!!……. Donde hay pelo hay alegría, ea!
COJÓN BENDITO!